10 cosas buenas y malas que me han pasado este año

El año pasado fue un año bastante complicado para mi. No quiero ser demasiado insistente o pesado con las cosas que me han estado pasando o las decisiones que he tomado. Pero me gustaría terminar de hablar de ello antes de seguir adelante y hablar de otras cosas, y de mis planes de futuro. Por eso he pensado escribir un par de entradas resumiendo las cosas que me han podido pasar este año, tanto lo malo como lo bueno. Así de esta manera cierro esta serie de posts de «puesta al día», y también de alguna forma cierro esta etapa de mi vida para empezar a hablar del futuro.

cosas-buenas-malas

 

Este es un listado no exhaustivo de las cosas que me han pasado este año. La idea es escribir un par de entradas más detalladas entrando al trapo en cada punto.

Vamos primero con lo malo y luego con lo bueno, así nos despedimos con un buen sabor de boca 😉

  1. No tengo dinero. Parece bastante lógico, siendo que no tengo trabajo. El dinero no da la felicidad es algo que todos sabemos (o creemos saber), pero no es menos cierto que sin dinero es más difícil ser feliz.
  2. Tengo ansiedad. Pues sí, supongo que será algo derivado del hecho de no estar ganando dinero ahora mismo. Me cuesta dormir por las noches y siento que vivo bajo presión.
  3. He perdido amistades. De nuevo, tal vez sea algo derivado de lo anterior, pero lo cierto (y triste) es que siento que he estado descuidando muchas de mis amistades últimamente. Creo que es difícil entregarte a los demás cuando no estás del todo bien contigo mismo,
  4. Dudo de todo. No sé hacia donde me dirijo ahora mismo. Bueno, lo cierto es que tengo un plan, pero mentiría si dijera que estoy seguro de él al ciento por ciento. Así que de momento, por desgracia me atenaza la duda.
  5. Me cuesta comprometerme. Cuando no sabes lo que va a pasar con tu vida es difícil adoptar compromisos con la gente que te rodea, ¿no os parece? Cuesta más comprometerse cuando no estás seguro de lo que va a pasar.

Y ahora vamos a por lo bueno, que por fortuna también lo hay (ya sabemos que todo tiene dos caras).

  1. Soy libre. Sin lugar a dudas, es la mejor de las sensaciones desde que decidí emprender mi propio camino. Me siento libre, sin ataduras y sin la obligación de rendir cuentas a nadie. Aunque eso sí, siento al mismo tiempo una gran responsabilidad.
  2. Elijo mi propio destino. Como consecuencia de lo anterior, siento que estoy trazando mi propio camino y eligiendo mi propio destino.
  3. Me siento realizado. Es una sensación maravillosa el sentir que estás haciendo aquello que tienes dentro, y en lo que crees. Aún no he logrado nada en cuanto a los resultados y objetivos que me he propuesto, pero con lo poco que llevo ya puedo decir que me empiezo a sentir realizado.
  4. Creo en lo que hago. Antes hacía las cosas porque se suponía que tenía que hacerlas. Ahora las hago porque creo en ellas. Y eso no tiene precio.
  5. Estoy construyendo un futuro mejor. Pues sí, aunque ahora las cosas no me estén yendo del todo bien, creo firmemente que en el futuro todo cambiará. Esa llama es la que me mueve y me llena de confianza: la esperanza de creer que estoy construyendo un futuro mejor.

Como veis, un poco de todo, malo y bueno. Pero todo muy apasionante. Intentaré detallar un poco más cada punto en los próximos posts. ¡Hasta la próxima!

 

 

Cambios en el Blog

No lo había explicado abiertamente, igual porque tampoco era algo que tuviera demasiado claro hacer, pero he pensado hacer unos cambios en el Blog.

cambios-blog

 

Los iré haciendo poco a poco según el tiempo me lo permita, ya que estas cosas parece que no pero hay que dedicarles sus horas. Al menos para mi que tengo muchas otras obligaciones que atender y tampoco es que esto de llevar un Blog sea uno de mis fuertes.

Nuevas categorías

Lo primero que he pensado es en cambiar la organización de las entradas que voy escribiendo. Antes había hecho cuatro categorías:

  • Me ha pasado, en la que iba contando cosas que me sucedían en el día a día
  • Consejos que aplico, en los que trataba de dar consejos (aunque no se me pidieran)
  • Reflexiones varias, en la que escribía sobre cosas que me rondaban la cabeza en general
  • Lo creo así, en la que trataba de hablar sobre mis creencias, para compartirlas con quien quisiera escucharlas

Esta forma de categorizar debo reconocer que no era muy clara ni siquiera para mi. Quitando la primera categoría, el resto de categorías podrían entremezclarse perfectamente, sin saber muy bien a qué corresponde cada cosa.

Un lío, vamos.

Por eso he decidido cambiarlo un poco. No tendría por qué contarlo, bastaría con cambiarlo y ya está. Pero he pensado que con el nuevo enfoque que le voy a dar al Blog, me interesa dejarlo por escrito para futuras referencias, porque como veréis, he decidido que voy a enfocar el blog totalmente como si fuera un diario personal.

Las nuevas categorías que he pensado poner son estas:

  • Diario Personal. En esta categoría irán todas las entradas que escriba contando cosas sobre mi vida. Siempre he querido escribir un diario y nunca lo he conseguido, así que he pensado que un Blog era la mejor manera de hacerlo. Ya escribiré una entrada explicando el por qué.
  • Consejos y Reflexiones. En verdad cada vez que reflexiono sobre algo, de alguna manera estoy expresando mi punto de vista, e indirectamente, tal vez dando un consejo sobre ello aunque no fuera mi intención inicial. Por eso, no creo que valga la pena mantener dos categorías que al final vienen a tener mucho en común.
  • Frases Inspiradoras. Siempre me han gustado las frases inspiradoras y los aforismos. En su día empecé a escribir sobre ellos pero se me fue diluyendo un poco el tema. Ahora lo quiero retomar un poco más en serio.

Cambios estéticos

Y ya que estamos, también voy a aprovechar para hacer algunos cambios estéticos. En su día instalé una plantilla de WordPress pero que ofrece varias opciones de personalización, así que voy a ver si le doy un toque más personal al Blog. A fin de cuentas es un Blog sobre experiencias y reflexiones personales, así que qué menos que que tenga un aspecto más personal, no? 🙂

Mi vida después de dejar el trabajo

Hace unos meses tomé una decisión que para mi fue muy, pero que muy dura. Decidí dejar mi trabajo. Mirando atrás, ahora me doy cuenta de que se me hizo demasiado cuesta arriba para lo que realmente debería de haber sido. Es decir, que mirándolo con perspectiva, me doy cuenta de que, ni era para tanto, ni debería habérmelo tomado así. Pero bueno, ésa es la magia del tiempo, que te hace ver las cosas con otra perspectiva.

En fin, sin entrar en mayores reflexiones filosóficas, voy a contar un poco cómo está siendo mi vida después de tomar esa decisión.

mi-vida-despues-dejar-trabajo

Un poco perdido

Lo primero, decir que estoy un poco perdido. No sólo en materia laboral, sino también en materia vital. Me doy cuenta de lo importante que es, al menos para mi, el tener más o menos claro hacia dónde te diriges. La incertidumbre es un estado con el cual no es del todo fácil convivir. A la incertidumbre económica, que por supuesto es la más evidente cuando no tienes trabajo, se suman otro tipo de incertidumbres más o menos poco llevaderas.

Menos compromisos sociales

Primero está la incertidumbre «social», que digamos. En una especie de rueda maquiavélica, unas cosas llevan a otras. A mí por ejemplo lo que me pasa es que al no tener trabajo, no tengo dinero, y al no tener dinero, no puedo hacer cosas que antes hacía. Esas cosas pasan por atender a compromisos, salir a cenar con los amigos, regalar en un cumpleaños, y un sinfín de cosas que aunque una a una no tienen mucha importancia, la suma de todas representa un gasto importante. Entonces, cuando no puedes atenderlo todo, tienes que elegir, y como la elección es dura, acabas prácticamente por no hacer nada.

Sé que esto puede parecer un poco exagerado. En realidad, existen un sinfín de cosas que se pueden hacer sin dinero, y como todos sabemos, no es el dinero lo que nos hace felices. Pero como ya escribí hace un tiempo, sí que creo que el no tener dinero nos resta felicidad, ya que nos hace ser menos libres.

Menos compromisos sentimentales

Al mismo tiempo que la incertidumbre sobre el futuro me quita energía para atender a compromisos sociales, otra cosa que me pasa es que tengo también menos energía para comprometerme en mis relaciones. Tanto a nivel de amigos, como sobre todo con mi pareja.

De nuevo, siempre se pueden hacer cosas que no requieran un gasto importante. Siempre hay planes baratos. Pero no nos engañemos: faltan ganas. Hay apatía. La energía se pierde en preocupaciones, angustias y en darle muchas vueltas, demasiadas, a la cabeza. Y con semejante fuga de energía que se pierde en tantas cosas, al final queda menos energía para dedicar a lo importante. Es triste, pero es así. Al menos a mí me está pasando.

Salir menos con mi pareja, tener menos detalles con ella, y en definitiva, tener menos ganas de hacer cosas. De momento no parece que esté afectando demasiado a nuestra relación, y espero que no suceda, aunque lo que está claro es que es una cuerda que no se puede tensar indefinidamente. Afortunadamente, está teniendo muchísima paciencia y comprensión. Menos mal.

Menos ganas en general

Pues eso, que al margen de amigos y amoríos, sí que puedo decir que en general, la situación es complicada. Complicada porque la energía no es ilimitada, y cuando se gasta mucha en unas cosas, lógicamente queda menos disponible para otras. En mi caso, mi proyecto personal me consume mucha energía, y eso hace que me queden pocas fuerzas y ganas para otros aspectos de mi vida.

Sé que es una situación temporal y pasajera, pero espere que dure poco, porque al final lo que realmente importa puede que sean las relaciones personales. Y yo estoy jugando con fuego ahora mismo.

 

Qué ha pasado todo este tiempo

Supongo que tiene sentido que en la primera entrada que escribo al retomar el Blog después de tanto tiempo, hable sobre cómo ha sido mi vida durante todo este tiempo. Algo así como cuando quedas con un viejo amigo después de mucho tiempo y te tienes que poner al día de muchas cosas.

Como en esos casos, hay tanto que contar que no sabes por dónde empezar, y lo que es peor, no quieres entrar al detalle de todo porque si no no vas a terminar nunca. Así que, al igual que en esos casos, iré con un resumen de lo que han sido estos quince meses.

Si tuviera que resumirlo en una línea, diría que he aprovechado (o malgastado según se mire) todo este tiempo en encontrarme a mí mismo, perderme de nuevo, y volver a encontrarme en otro sitio donde nunca hubiera imaginado estar. Lo sé, suena confuso… pero voy a tratar de explicarme mejor.

Encontrarme conmigo mismo…

Los primeros meses de mi nueva vida los quise dedicar a lo mejor que se me ocurrió por aquel entonces: a mí mismo. Había estado durante muchos años siguiendo un camino que no era el mío, me sentía perdido, y tenía que reencontrarme. Así que consideré que era justo que dedicara unos meses a vivir la vida, disfrutar de las pequeñas cosas, y recordar quién era yo y lo que me gustaba.

Supongo que esperaba que de alguna manera se me encendiera una lucecita con todas las respuestas a preguntas del tipo «¿qué es lo que quiero hacer con mi vida?», «¿qué me gusta hacer?» «¿qué se me da bien?»

… para volver a perderme…

La verdad es que disfruté mucho de los primeros meses de mi nueva aventura. Lo malo es que los días y las semanas fueron pasando y la lucecita no se me encendía. Al principio no me preocupaba demasiado porque pensaba que me lo merecía, me había ganado unas vacaciones. Pero a medida que el dinero se iba acabando, y lo que es peor, que las perspectivas de tener ingresos nuevos no iban mejorando, me fui agobiando. Y lo peor de todo es que no entendía por qué estaba tan bloqueado, cuando al fin y al cabo, ¡estaba en una situación envidiable! Podía elegir mi propio destino, era libre de tomar el camino que yo quisiera…

Y entonces me di cuenta de algo muy curioso.

Yo que pensaba que la libertad de elección era el mayor regalo que se nos podía dar, me encontré con que en realidad era mi principal fuente de preocupaciones. Resultó que tenía tanto donde elegir, que ninguna decisión me parecía lo suficientemente buena. Y resultó que casi que hubiera preferido no tener tantas opciones, para poder decidir más rápidamente qué camino tomar.

No sé si me estoy explicando lo suficiente, pero como decía, no quiero entrar ahora en detalles. De todas formas, seguramente dedicaré una estrada a tratar este tema, porque desde luego creo que vale la pena.

Pero sigamos.

… y volver a encontrarme en otro sitio

Al final, como supongo que no podía ser de otra forma, acabé decidiéndome por un camino. Mitad impulsado por la necesidad, mitad por la intuición, mitad por el proceso de catarsis que había atravesado, lo cierto es que al final no me quedó otra que decidirme por una vía.

Y en esas estoy ahora, reconstruyendo mi vida, a veces con la sensación amarga de que todo lo anterior no me ha servido de nada. Yo sé que eso no es así, pero no puedo evitar pensarlo a veces. Lo pienso porque realmente lo que hago ahora poco tiene que ver con lo que hacía antes. Y porque en la carrera de la vida en que nos vemos envueltos, siento que estoy aprendiendo a correr de nuevo, y que parto con gran desventaja.

Pero lo compenso con ilusión y entusiasmo, y eso lo compensa todo.

En próximas entradas hablaré más en detalle de todo esto que he comentado aquí. ¡Nos leemos!

Retomo el Blog

Ha pasado muuuuuucho tiempo desde la última vez que escribí… mucho más del que me hubiera gustado y desde luego mucho más del que debería… pero hoy me siento delante del teclado con la firme convicción de que voy a volver… ¡¡¡Vamos!!!

En verdad debo decir que si he dejado el Blog no ha sido porque me haya cansado de él ni mucho menos, sino simplemente porque no me daba la vida. De hecho, sigue sin darme, pero bueno, las ganas de retomarlo son más fuertes que nunca.

Los últimos meses de mi vida

Han sido muchos meses los que han pasado desde la última entrada. Nada más y nada menos que 15. En otoño de 2013 decidí dar un giro a mi vida y dejar un trabajo que me hacía infeliz, y aunque esperaba que eso me ayudaría a poder dedicarle más tiempo al Blog, lo cierto es que ocurrió justo lo contrario.

No voy a explicar ahora por todo lo que pasé los meses siguientes a esa decisión, porque eso da para mucho más de lo que pretende abarcar esta entrada. De hecho, me gustaría escribir sobre eso en los próximos posts porque me parece que a mucha gente le interesará, y desde luego es una experiencia que me apetece mucho compartir con quien la quiera leer.

El Blog durante todo este tiempo

Como decía, creo que a mucha gente le interesará esta experiencia. Y lo creo porque durante estos meses he recibido muchos correos de personas que estaban atravesando por una situación parecida. Aunque no detallé demasiado acerca de lo que pasaba por mi cabeza y que me impulsó a tomar la decisión de darle un giro a mi vida, creo que mucha gente se sintió identificada, y por eso muchos me escribieron para preguntarme qué tal me fue. También hubo personas que dejaron algunos comentarios aquí y allá en el Blog.

A todos ellos quiero pedirles perdón. A quien pude le fui contestando sobre la marcha, pero ha habido muchos más que no han recibido respuesta por mi parte, que los que sí la recibieron. Espero que todos entiendan que anduve muy ocupado en otros proyectos, y no podía dedicarle la misma atención al Blog.

Por otro lado, entremedias tuve un problema con el servidor y tuve que cambiar el hosting del Blog. De hecho, ahora me he dado cuenta de que algunas entradas se habían perdido, y que algunas imágenes habían desaparecido. Pero lo peor es que creo que hubo mensajes que no llegué a recibir porque nunca me llegaron al mail.

Por eso, pido perdón por mi silencio a los que me pidieron consejo.

El futuro del Blog

Con los deseos de Año Nuevo, pedí uno muy especial: tener fuerzas para dedicarle más tiempo al Blog. Me he propuesto retomarlo y darle algo más de vidilla, porque creo que hay mucha gente dispuesta a participar, a hablar y a ser escuchada. Y ése es justo el motivo por el cual inicié esta aventura. Así que manos a la obra, y a contar de nuevo mis andanzas, que en el peor de los casos, creo que es algo que a mí me vendrá muy bien 🙂

No tengo muy claro sobre qué iré escribiendo, pero casi seguro que las próximas entradas las dedicaré a contar qué tal han ido los últimos meses, con qué dificultades me he ido encontrando, y cuáles son las cosas que he ido aprendiendo. Y luego ya veremos, como dice un amigo mío constructor, la obra lo irá pidiendo. Lo que sí que me he marcado como objetivo es escribir al menos una entrada a la semana como mínimo. Ojalá puedan ser más, pero como poco una a la semana me parece lo mínimamente razonable.

Así que sin más por el momento… ¡Hasta pronto pues!

Citas y Frases Lapidarias Que Inspiran y Conmueven

Me encantan. Me inspiran. Me motivan. Me mueven. Tanta experiencia compartida en algo tan pequeño, me parece hasta mágico. Por eso, he querido elaborar esta lista de citas y frases lapidarias que voy captando por ahí, para compartir con todo el mundo estas frases, porque estoy seguro de que las mismas palabras son capaces de generar emociones distintas en cada persona.

Esta entrada es un post en permanente actualización. Espero que esta lista vaya creciendo, y espero que sea con vuestra ayuda 🙂

  1. El Viaje más largo empieza con un pequeño paso.
  2. La Felicidad es aquello que no cambiarías por nada.
  3. La única experiencia que vale es la de uno mismo.
  4. Hay gente que es tan pobre, que sólo tiene dinero.
  5. Sueña como si fueras a vivir toda la vida. Vive como si fueras a morir mañana.
  6. El destino no hace visitas a domicilio, hay que ir a por él.

Inauguro el Blog !!

Y con él, mi lista de aforismos y frases lapidarias. Allá va la primera, muy apropiada como veréis 😉

 

«El Viaje más largo empieza con un pequeño paso»

 

Poco a poco iréis viendo que soy muy dado a utilizarlas, entre otras muchas cosas porque me encanta cuando en unas cuantas palabras se transmiten siglos de sabiduría popular.

Esta entrada es corta, sirve sólo para inaugurar el Blog. Pero me gusta que esta aventura que me he propuesto emprender empiece un 7 de julio. Otro día explicaré por qué…

Nos vamos leyendo!