Minimalismo y Felicidad

Hay una frase de Antoine de Saint-Exupéry que me inspira enormemente:

La perfección se consigue, no cuando no hay nada más que se pueda añadir, sino cuando no hay nada más que se pueda retirar.

No puedo estar más de acuerdo. Generalmente, tendemos a tener un pensamiento más bien «barroco» respecto a nuestras posesiones. Es decir, que cuando más tengamos, mejor. Yo por el contrario, me siento más atraído por la relación entre Minimalismo y Felicidad.

Personalmente, llevo unos años en los que por diversas circunstancias me he tenido que mudar de casa varias veces. El caso es que, personalmente, cuanto más cosas veo que tengo, más cosas creo que no necesito realmente. Digamos que hasta me llego a agobiar de ver todos esos trastos que conservo «por si acaso algún día los necesito», y luego veo que ese día no llega nunca. O si llega, el uso que le acabo dando a los trastos es tan mínimo, que no me compensa el coste de almacenarlos.

En línea con este pensamiento, la corriente minimalista apuesta por despojarse de todo lo sobrante, un pensamiento heredado del Budismo Zen.

minimalismo-felicidad

 

Eliminar lo superfluo para disfrutar de lo esencial

La idea subyacente se reduce a esto. Tratar de eliminar de nuestra vida aquellas cosas que realmente no nos aportan nada. Lo primero que viene son objetos materiales. Las típicas cositas decorativas que tenemos por la casa, los apuntes de la carrera ocupando sitio en el armario, toneladas de ropa que nunca nos ponemos pero que nos sabe mal tirar…

Pero no sólo eso… también hay cosas intangibles que generan ruido a nuestro alrededor. Desde las tareas de nuestro día a día (la cantidad de cosas que pensamos que tenemos que hacer, hasta la cantidad de amigos con los que interactuamos, pasando por nuestros hobbies y aficiones.

No digo que haya que eliminarlos todos, pero sí tratar de concentrarnos más en los que realmente nos aportan. Sin duda tenemos muchos compromisos sociales a los que acudimos porque nos sentimos obligados, pero también hay que pensar que éstos nos quitan energía para dedicar a lo que realmente nos importa. Al final, se trata de establecer nuestras prioridades.

 

¿Qué opinas tú de esto?

 

 

No Te Preocupes, Sé Feliz

«No te preocupes, sé feliz» es la traducción del inglés de la archifamosa frase «Don’t worry, be happy», título de una canción de Bobby McFerrin. Musicalmente hablando, la verdad es que la canción no es nada del otro mundo, pero no sé qué tiene que es capaz de transmitir buena onda a quien la escucha.

El mensaje es muy sencillo, y se repite a lo largo de la canción. Aunque tal vez los ejemplos no sean los que más nos identifiquen, lo cierto es que el bueno de Bobby tiene más razón que un santo cuando dice que no debemos preocuparnos en exceso, porque haremos que los problemas se multipliquen.

Os dejo con este clásico, y la transcripción de la letra:

 

Don’t Worry, Be Happy No Te Preocupes, Sé Feliz
Here’s a little song I wrote
You might want to sing it note for note
Don’t worry, be happy.
In every life we have some trouble
But when you worry you make it double.
Don’t worry, be happy.
Don’t worry, be happy now.

Don’t worry, be happy.
Don’t worry, be happy.
Don’t worry, be happy.
Don’t worry, be happy.Ain’t got no place to lay your head
Somebody came and took your bed
Don’t worry, be happy.
The landlord say your rent is late
He may have to litigate
Don’t worry, be happy.Look at me — I’m happy.
Don’t worry, be happy.
Here I give you my phone number.
When you worry, call me,
I make you happy. Don’t worry, be happy.Ain’t got no cash, ain’t got no style
Ain’t got no gal to make you smile
Don’t worry, be happy.
‘Cause when you worry your face will frown
And that will bring everybody down
Don’t worry, be happy.Don’t worry, don’t worry, don’t do it.
Be happy. Put a smile on your face.
Don’t bring everybody down.
Don’t worry. It will soon pass, whatever it is.
Don’t worry, be happy.
I’m not worried, I’m happy…

Aquí traigo una pequeña canción que escribí.
Puede que quieras cantarla nota por nota.
No te preocupes, sé feliz.
En todas las vidas, tenemos dificultades.
Cuando nos preocupamos, hacemos que semultipliquen.
No te preocupes, sé feliz.
No te preocupes, sé feliz ahora.
No te preocupes, sé feliz.
No te preocupes, sé feliz.
No te preocupes, sé feliz.
No te preocupes, sé feliz.No tienes donde reposar tu cabeza.
Alguien llegó y se llevó tu cama.
No te preocupes, sé feliz.
El casero dice que te has retrasado en el pago.
Te denunciará.
No te preocupes, sé feliz.Mírame, soy feliz.
No te preocupes, sé feliz.
Te daré mi número de teléfono.
Cuando estés preocupado, llámame.
Yo te haré feliz. No te preocupes, sé feliz.No tienes dinero, no tienes estilo.
No tienes chica que te haga sonreir.
No te preocupes, sé feliz.
Porque cuando estás preocupado, frunces el ceño
y ello hará que todo el mundo se deprima.
Así que no te preocupes, sé feliz.No te preocupes, no te preocupes, no lo hagas.
Sé feliz. Pon una sonrisa en tu cara.
No deprimas a la gente.
No te preocupes, pronto pasará, sea lo que sea.
No te preocupes, sé feliz.
Yo no estoy preocupado, soy feliz.

 

Buscar Aficiones es una Buena Idea

En este post veremos por qué es aconsejable buscar aficiones para acompañarnos en nuestro particular camino hacia la Felicidad.

buscar-aficiones

Son múltiples las razones por las cuales debemos dedicar tiempo a nuestros hobbies o aficiones.

Desconectar del estrés

Primero, porque nos ayuda a desconectar. Al concentrarnos en una actividad que para nosotros es un pasatiempo, nos olvidamos momentáneamente del estrés de nuestras obligaciones diarias.

Mejorar nuestra autoestima

Las aficiones por definición, son algo que nos divierte y a lo que no nos importa echarle horas. Por eso, es más fácil progresar y mejorar. Al embarcarnos en una afición, progresivamente nos iremos fijando metas para el progreso que poco a poco iremos cumpliendo. Sentir que avanzamos en nuestros objetivos nos ayudará a sentirnos realizados, fortaleciendo así nuestra autoestima.

Conocer gente afín

Las aficiones generan entre sus practicantes un sentido de comunidad, ya que ponen en común a gente con intereses afines. Si nos gusta la lectura y nos apuntamos a un club de lectura, entraremos en contacto con más gente a la que le gusta la lectura, creando así una serie de vínculos que pueden fortalecerse con el tiempo. El ser humano es social, por lo que este sentido de pertenencia a una comunidad nos hace ser más felices.

Desarrollar nuevas habilidades

Evidentemente, al practicar una actividad, estaremos desarrollando nuevas técnicas asociadas a esta afición. Ya sea jugar al tenis, coser, o cocinar, cada campo tiene su método y requiere ciertas habilidades. Al profundizar en la práctica de nuevas aficiones, estaremos aprendiendo cosas nuevas, y desarrollando una faceta de nosotros mismos que no conocíamos.

Fortalecer nuestra creatividad

A mí personalmente, las mejores ideas relacionadas con mi trabajo me vienen a la mente cuando estoy haciendo cosas que no tienen nada que ver con mi trabajo. He hablado de esto con muchos amigos, y como cabía esperar, no soy el único a quien esto le sucede. ¿Nunca os ha ocurrido de llegaros la inspiración cuando menos lo esperáis? Ya sea haciendo footing, o mientras nos duchamos, cuando liberamos la mente y no pensamos en nada, es cuando nuestro subconsciente mejor trabaja. Por eso, practicar una afición que no tenga nada que ver con nuestra rutina diaria, seguramente nos ayudará a ser más productivos y creativos.

 

¿Qué opináis? ¿Se os ocurre alguna otra ventaja de buscar aficiones?

 

Hacer que las cosas sucedan

Hoy voy a profundizar en la importancia de HACER que las cosas sucedan. Ya comenté en un post anterior que las cosas raramente suceden porque sí, aunque a nosotros nos lo pueda parecer.

Las cosas en general suceden porque tienen que suceder, es pura ley de vida y asociada al paso del tiempo. Pero QUÉ cosas suceden exactamente es algo que depende en gran medida de nosotros mismos. Me explico: si no hacemos nada, si no intervenimos en los acontecimientos, pasarán cosas igualmente, porque como es lógico, con el paso del tiempo, las cosas van sucediendo. Nuestro vecino se comprará un coche nuevo porque lo necesita, nuestro compañero de trabajo se irá de vacaciones este fin de semana porque le apetece desconectar, etc…

Ahora bien, está en nuestras manos el poder intervenir en los acontecimientos. Si intervenimos en el proceso natural de las cosas, podremos ejercer nuestra influencia y participar en el rumbo de los acontecimientos. Imaginemos que tenemos un coche de segunda mano del que nos queremos deshacer… ¡podemos tratar de vendérselo a nuestro vecino! O si tenemos una casa en la montaña, ¡dejarle las llaves a nuestro compañero de trabajo!… Si nosotros no intervenimos, las cosas sucederán igual, pero con nuestra participación, podemos influir en el proceso, y por qué no, también ganar algo a cambio…

Esto mismo exactamente ocurre con todas las cosas que son susceptibles de hacernos felices.

hacer-cosas-sucedan

 

Ya lo he dicho otras veces, ser felices está en nuestras manos. Y si está en nuestras manos, ¿por qué no tratar de serlo?

Ojo, esto no significa que luego vaya a suceder todo según nuestros deseos… pero lo que sí es seguro, es que si no hacemos nada, es muy poco probable que suceda lo que nosotros queremos.

Así que ya sabéis…  ¡¡A hacer que las cosas sucedan para hacernos felices!!

Beautiful Boy (1980) – John Lennon

Hoy me gustaría compartiros una de mis canciones favoritas: Beautiful Boy de John Lennon. Además, es la canción que dio a conocer la célebre frase del artista «La Vida es eso que pasa mientras tú haces otros planes«.

«Beautiful Boy» fue publicada en el álbum «Double Fantasy» en 1980, el mismo año de la muerte de John Lennon. La canción tiene un significado especial, ya que está dedicada a su único hijo, fruto de su relación con Yoko Ono. La verdad que el disco es una pasada, y se puede comprar en Amazon:

 

El inicio de la letra tiene su origen en una probable pesadilla que despierta al niño, Sean, en mitad de la noche. Su padre acude a consolarle, y de ahí la letra enlaza con el amor que siente John por Sean, así como por la alegría que le reporta tenerlo cerca. Y casi como de soslayo, como el que no quiere la cosa, John le dice a su hijo: «dame la mano antes de cruzar la calle, porque la vida es eso que pasa mientras tú haces otros planes».

Personalmente, me asombra cómo una frase tan sencilla puede encerrar tanto significado. Efectivamente, en este contexto, no deja de ser más que una advertencia, en plan «anda hijo, no te embobes y mira antes de cruzar». Pero en un contexto más global, esta sentencia encierra una verdad fundamental, y en ocasiones, triste a la vez.

Irónicamente, la propia muerte asaltó a John Lennon en la puerta de su casa cuando volvía a casa de trabajar. Su asesino le había hecho firmar un autógrafo en una copia de «Double Fantasy» unas horas antes.

Os dejo con el video de la canción:

 

 

Beautiful Boy No Te Preocupes, Sé Feliz
Close your eyes
Have no fear
The monster’s gone
He’s on the run and your daddy’s hereBeautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boy
Beautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boyBefore you go to sleep
Say a little prayer
Every day in every way
It’s getting better and betterBeautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boy
Beautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boyOut on the ocean sailing away
I can hardly wait
To see you come of age
But I guess we’ll both just have to be patient
‘Cause it’s a long way to go
A hard row to hoe
Yes it’s a long way to go
But in the meantimeBefore you cross the street
Take my hand
Life is what happens to you
While you’re busy making other plansBeautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boy
Beautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boyBefore you go to sleep
Say a little prayer
Every day in every way
It’s getting better and betterBeautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boy
Darling, darling, darling
Darling Sean
Cierra los ojos
No tengas miedo
El monstruo se ha ido
Está en la carrera y tu papá está aquíHermoso Hermoso hermoso
Hermoso niño
Hermoso Hermoso hermoso
Hermoso niño
Antes de ir a dormir
Di una pequeña oración
Todos los días en todos los sentidos
Se está poniendo mejor y mejorHermoso Hermoso hermoso
Hermoso niño
Hermoso Hermoso hermoso
Hermoso niñoYa en la vela oceánica de distancia
Casi no puedo esperar
Para ver que la mayoría de edad
Pero supongo que estemos los dos
Sólo tenemos que ser pacientes
Es un largo camino por recorrer
Una fila difícil de azada
Sí, es un largo camino por recorrer
Pero mientras tantoAntes de cruzar la calle
Toma mi mano
La vida es lo que te pasa
Mientras estás ocupado
Haciendo otros planesHermoso Hermoso
Hermoso niñoHermoso Hermoso
Hermoso niñoAntes de ir a dormirDi una pequeña oración
Todos los días en todos los sentidos
Se está poniendo mejor y mejorQuerido Querido
Querido Sean

 

Receta de la Felicidad Nº2 : Establecer Prioridades

Segundo post de la serie «Las Recetas de la Felicidad». Hoy, la Receta de la Felicidad Nº2 : la necesidad de establecer prioridades.

prioridades

 

Con lo de establecer prioridades, no me refiero a la necesidad de gestionar nuestro tiempo para liberar el estrés y ser más felices, eso lo comentaré en otro post.

A lo que me refiero es a establecer nuestras propias prioridades, en el sentido de qué es más importante para nosotros.

¿Por qué?

Pues porque si no somos conscientes de qué es lo importante para nosotros, asignaremos nuestro tiempo y energía sin ton ni son, tratando por igual unos problemas que otros. De esta forma, caeremos en el error de dedicar demasiada energía a cosas que realmente no son importantes, y nos restará energía para dedicar a lo que realmente nos hace felices, haciendo que lo disfrutemos menos.

Recuerda, tus recursos son limitados. Nuestro tiempo y energía son los que son, y de tí depende administrarlos eficientemente.

Por eso, una pieza clave de nuestra Felicidad consiste en ser conscientes de qué es lo realmente valioso en nuestras vidas, y disfrutarlo, exprimirlo, saborearlo. El resto, nos daremos cuenta de que es secundario, terciario, o incluso que es mejor sacarlo de nuestras vidas.

Ahora bien, si eres como el 99% de la gente, muy probablemente te preguntarás…

¿Y qué es lo realmente importante?

Amigo, esta es la pregunta del millón, y lamentablemente no tiene una respuesta. Es más, cada uno debería tener su propia respuesta. Sin embargo, lo cierto es que generalmente, todo el mundo coincide en que la Felicidad se sustenta en tres o cuatro patas fundamentales, que pueden ser la familia, los amigos, el amor y la salud.

Entre estas cuatro no encontramos el trabajo ni el dinero, como habrás podido observar. He de reconocer que no estoy 100% de acuerdo con esto. Para mí, por ejemplo, el trabajo es muy importante, porque a fin de cuentas, es algo en lo que pasamos la mitad de nuestra vida haciendo, así que más nos vale que sea algo que nos llene, de lo contrario estaremos condenados a una vida infeliz. ¿Y el dinero? Pues como sabes,

 El dinero no da la Felicidad

 

Eso es cierto. Pero como dice un amigo mío, te permite comprar todo aquello que sí que te la da 😉

Bromas aparte, yo sí creo firmemente que el dinero no da la Felicidad. Ahora bien, también creo que no tener dinero suficiente (por debajo de un límite mínimo), nos puede privar de ella.

En resumen, establece tus prioridades, identifica qué es lo que realmente te hace feliz, y eso es lo importante. Una vez identificado, dedícale tiempo y recursos a cuidarlo, pues sólo las 4 patas de la Vida bastan para mantenerte en pie.

Seguramente te preguntarás… «muy bien, pero ¿cómo lo hago?». Reconozco que distinguir lo que es importante para tí de lo que no puede ser una tarea bastante complicada. Por eso, lo mejor y más recomendable para establecer tus prioridades es seguir un método. ¡Así que adelante y ponte ya mismo!

Y para terminar, una bonita historia, que probablemente hayas oído ya en alguna ocasión.

 

Un profesor de Filosofía quería explicar a sus alumnos el sentido de la vida y sus prioridades. Un buen día, se presentó en clase con un bote grande de mayonesa, vacío, varias pelotas de golf, una bolsa de canicas, un saco de arena, y un termo de café.

Cuando ya había captado la atención de sus alumnos y todos estaban pendientes de él, comenzó con la lección. Sin decir palabra, tomó el frasco grande y vacío de mayonesa y procedió a llenarlo con las pelotas de golf.

Luego le preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.

Así que el profesor tomo la bolsa de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Las canicas fueron llenando los espacios vacíos que habían quedado entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno, y los alumnos volvieron a decir que sí, dándose cuenta de su anterior error.

Luego el profesor tomó la arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto, la arena lleno todos los espacios vacíos, así que el profesor volvió a preguntar si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes se miraron entre sí y respondieron con un ‘sí’ unánime.

El profesor por último tomó el termo de café y lo vació en el bote. La arena comenzó a empaparse y absorber el café hasta que el termo quedó vacío. Los estudiantes empezaron a reír nuevamente. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:

«Quiero que os deis cuenta de que este frasco representa la Vida. Y que el contenido del frasco, es aquello que le da sentido.

Las pelotas de golf son las cosas realmente importantes, como la familia,el amor, la salud, los amigos, y todo aquello que de verdad os apasione. Son las cosas, que aún si perdiéramos todo lo demás, ellas solas se bastarían para llenar nuestras vidas y mantenernos en pie.

Las canicas son las otras cosas que creemos que importan, pero que realmente no son fundamentales, como por ejemplo el trabajo, la casa, el coche… son las cosas materiales que si nos damos cuenta, siempre podemos sustituir.

La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas que nos roban energía pero que no nos aportan nada.

Ahora pensad en esto. Si llenáramos primero todo el frasco con la arena , no quedaría espacio para las canicas ni mucho menos para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la Vida. Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes.

Debéis prestar atención a las cosas que son realmente importantes para vuestra Felicidad: juega con tus hijos, tomate tiempo para ir al médico, ve con tu pareja a cenar, practica tu deporte o afición favorita, …

Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar el coche. Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan y establece tus prioridades, el resto es sólo arena.»

Los estudiantes permanecieron mudos un buen rato, reflexionando ante lo que acababan de oír. Hasta que uno de ellos levantó la mano y pregunto que qué representaba el café.

El profesor sonrió y dijo:

«Que bueno que lo preguntas… Sólo es para demostrarles, que no importa cuan ocupada tu vida pueda parecer, siempre hay lugar para un par de tazas de café con un amigo”

 

 

El Dinero No da la Felicidad Pero Su Falta Te Puede Privar de Ella

Sigo hablando de dinero y felicidad. Cuántas veces habremos oído eso de que el dinero no da la felicidad.

Es cierto, no la da, pero como dice un amigo, te da una sensación que se le parece mucho, y te permite comprar todo aquello que sí te la proporciona.

money-buys-happiness

 

Bromas aparte, yo sí creo firmemente que el dinero no da la Felicidad. O al menos no toda. Debemos pensar que el dinero es un medio para ser Felices, no un fin es sí mismo. El dinero por sí solo no proporciona felicidad. La Felicidad está en otras cosas, y tener más dinero no nos garantiza que seamos más felices.

«Hay gente que es tan pobre, que sólo tiene dinero»

 

Ahora bien, por otro lado también es cierto que el no tener dinero suficiente (por debajo de un límite de subsistencia), nos puede generar angustia y presión para mantenernos a nosotros mismos o mantener a nuestra familia. No olvidemos que, evidentemente, todos tenemos unas necesidades básicas para vivir. Por tanto, el dinero no da la Felicidad pero su falta nos puede privar de ella.

Así pues, creo que es necesario disponer de un mínimo para a partir de ahí poder empezar a plantearnos el cubrir otras necesidades. Pero creedme, ese mínimo es mucho menos de lo que podríamos imaginar en un principio. Si alguien ha viajado a países del tercer mundo o en vías de desarrollo, habrá podido observar como en determinadas culturas, aun en situación de extrema pobreza, la gente es feliz con lo que tiene.

ninos-africanos

 

Vale, pero… ¿y en Occidente?

Ante esta reflexión es lógico hacerse la siguiente reflexión: «vale, pero en muchos países pobres no tienen siquiera la posibilidad de tener bienes materiales y no hay tanta desigualdad. Yo vivo en Occidente, y aquí, si no tienes dinero, te quedas fuera de la sociedad y del círculo de la Felicidad».

Pues bien, mi respuesta ante esto es la siguiente: hay estudios que demuestran que el dinero puede comprar la felicidad, sólo hasta un cierto límite, por encima del cual, más dinero ya no aporta más Felicidad. Estos estudios vienen a decir que existe una fuerte correlación entre el nivel de ingresos y la Felicidad de las personas, hasta un salario máximo. Más allá de este techo, la correlación desaparece. Este techo, en Estados Unidos, está en $75,000 anuales.

Es decir, que una persona que gana $75,000 al año en Estados Unidos es mucho más feliz que una que gana $20,000. Esto se explicaría por la necesidad de cubrir ciertas necesidades básicas, y la obtención de ingresos que garantizan nuestra tranquilidad para subsistir. Sin embargo, una persona que gana $120,000 al año es poco más feliz que una que gana $75,000. Por tanto, parece ser que el dinero no da la Felicidad, aunque sí que es cierto que es necesario un mínimo para poder aspirar a ella.

El Dinero No Se Puede Comer

En la última entrada, lanzaba una reflexión rápida sobre nuestra condena acerca de la búsqueda de la Felicidad. Venía a decir que a medida que evolucionamos como sociedad, la Felicidad va a ser cada vez más difícil de encontrar, ya que ésta está relacionada con nuestra culminación de objetivos y aspiraciones. Y como cada vez somos más insatisfechos por naturaleza, ya que vamos subiendo escalones en la pirámide de Maslow, cada vez es más difícil sentirnos realizados, y por tanto cada vez es más difícil ser felices.

Es como en la fiebre del oro. Los primeros exploradores lo tenían facilísimo para encontrar grandes pedruscos, pero a medida que fueron llegando más y más y se fueron agotando, cada vez era más difícil encontrar pepitas en los ríos.

buscador-oro

 

Pues bien, al hilo de esta reflexión, me he acordado de un poema indio precioso. Indio de América, no de India 😉

No habla exactamente de lo mismo, pero está muy relacionado.

«Solo después de que el último árbol sea cortado.

Solo después de que el último río sea envenenado.

Solo después de que el último pez sea apresado.

Solo entonces sabrás que el dinero no se puede comer.”

Este poema es una denuncia que tuvo lugar cuando las conquista del oeste por parte de los americanos. Ellos llegaron a una tierra rica y fértil, completamente salvaje, habitada por unos Indios tremendamente respetuosos con el entorno y la naturaleza. Los conquistadores sin embargo, eran salvajes que abusaban de todo lo que encontraban a su paso.

A medida que empezamos a agotar los recursos de la Naturaleza (por desgracia, se empezó entonces y aun se sigue haciendo), nos vamos dando cuenta de que vivimos en una sociedad en la que prima el beneficio económico, y que éste realmente no significa nada. el poema viene a decir que el dinero es sólo un trozo de papel que no tiene ningún valor, a diferencia de la vida y la riqueza de la Naturaleza.

La relación con la Felicidad es directa. No debemos preocuparnos en obtener cada vez más dinero, sino en valorar las cosas sencillas que nos rodean.

dinero-y-naturaleza

 

La Felicidad en Nuestra Pirámide de Necesidades

Al hilo de la última entrada acerca de la zona de confort, me ha parecido importante hacer una pequeña reflexión sobre nuestra escala de valores a la hora de establecer nuestras necesidades para colmar nuestra propia felicidad.

Una de las claves de la Felicidad reside en nuestra capacidad de colmar nuestras aspiraciones y necesidades.

La idea básicamente es la siguiente: todos tenemos sueños, aspiraciones y metas. Si las cumplimos, nuestra felicidad aumentará; si no, nos frustraremos y seremos un poco más infelices.

Ahora bien, ¿nuestras aspiraciones y necesidades están valoradas adecuadamente? Lo que me lleva a hacerme esta reflexión es la idea de que a medida que nuestra sociedad evoluciona, nuestros sueños y aspiraciones se van haciendo cada vez más sofisticados. De modo simplista, nuestros antepasados neandertales se conformaban con poder comer cada día, no ser arrollados por un mamut, y cosas por el estilo. A medida que nuestra sociedad ha ido evolucionando, hay cosas que vamos dando por dadas (desgraciadamente aun no en todos los pueblos del planeta), y nuestras aspiraciones van ganando en complejidad.

¿Conocéis la pirámide de Maslow?

Esta teoría de 1943 viene a decir que conforme se van satisfaciendo necesidades más básicas (en la base de la pirámide) el ser humano se fija la necesidad de satisfacer deseos más elevados (el pico de la pirámide).

piramide-maslow-felicidad

 

Esta teoría, adaptada a la Felicidad, vendría a suponer que a medida que nuestra sociedad evoluciona en la pirámide, los objetivos, deseos y aspiraciones que nos fijamos, evolucionan. De este modo, lo que antes nos colmaba (haciéndonos felices), a medida que lo vamos dando por sentado, deja de satisfacernos, y para colmar nuestras necesidades y aspiraciones, debemos fijarnos objetivos más elevados, que de no cumplirse, redundarían en nuestra Felicidad.

Esto explicaría el por qué del estrés, la depresión y la infelicidad como males de nuestras sociedades más evolucionadas. Hace unos años, tener un trabajo estable era garantía suficiente de Felicidad. Hoy, y cada vez más, esto no basta. Ahora necesitamos estar motivados, sentirnos reconocidos en el trabajo, pensar que estamos obedeciendo a un objetivo mayor, haciendo el bien, un trabajo ético, impactando positivamente en la comunicad, etcétera…

¿Qué opináis? ¿Creéis que estamos abocados a una búsqueda cada vez más complicada de la Felicidad?